martes, 26 de abril de 2016

Entre brujas y Blancanieves

El jueves día 21 el grupo de clase nos fuimos a Sigüenza a pasar el día. Todos nosotros teníamos que elegir entre disfrazarnos de brujas o de Blancanieves, en un principio no me llamaba mucho la atención la performance pero fue pasando el día y fui cambiando de opinión.
Llegamos a las 11:00 a Cantoblanco, unos con sus diademas de flores y otros con sus pañuelos, unos con colores llamativos y otros mucho más diferentes de colores apagados, negros.
 Fueron pasando los minutos, no veíamos el momento de bajarnos del autocar, cuando estabamos en él, hicimos el sorteo para  saber que Blancanieves tenía su bruja.
Por fin llegamos, en ese momento empezaba el "juego", por una primera parte salieron todas las Blnacanieves por el pueblo, seguidamente salimos nosotras, las brujas, y era ahora cuando pensabamos que iba a ser algo fácil, que ibamos a encontrar a nuestras respectivas Blancanieves con toda la facilidad porque "es un pueblo pequeño" pensabamos, pero no, fue un error pensar eso, nunca me había resultado tan complicado encontrar a alguien en un pueblo.
Yo me encontré con una bruja, Patricia, estaba como yo, con un sentimiento de frustración por no ser capaz de encontrar a tu Blancanieves, nos encontramos con una Blancanieves que estaba tranquilamente pintando y lo único que pensabamos era ¿Dónde estará mi Blancanieves?
Pasaban los minutos y por más que subíamos y bajabamos cuestas de Sigüenza, no encontrabamos a nadie, no eramos capaces de encontrar a nadie conocido, pero, llego un momento en el que vimos mucha gente junta y fuimos a ver quienes era y... ¡NO ERA POSIBLE! era mi Blancanieves, cuando me acerque sin que ella supiese que era yo su bruja, todo el grupo salió corriendo, en ese momento me vino una rabia de verla y no poder pillarla como una bruja..
Todo era muy complicado, nunca pensé que iba a ser tan complicado encontrar a alguien en un pueblo.
Cuando ibamos hacia la Catedral, nos encontramos con la Blancanieves de Patricia y ya aprovechamos y estuvimos un poco con ellas, con la casualidad de que nos encontramos con Pilar y su amiga, y sí, nos hicieron el ritual, que era lo que estabamos deseando todas.
Ese momento, el momento del ritual, fue uno de los momentos mas increíbles que hubo en el viaje, por una parte el fuego, sin saberlo y sin que nos demos cuenta el fuego es tan importante y a la vez es tan peligroso que lo tenemos en nuestro poder, y seguidamente, una hazaña en la que nos hemos sentido heroínas, en ese momento en el que te poner débil, en el que te salen todos los sentimientos recordando algún momento en el que te hayas sentido así, una Blancanieves con la que estabamos, contó una hazaña con la que a todas nosotras se nos saltaron las lágrimas, y fue ahí en ese momento en el que me di cuenta de que somos heroínas de nuestra vida, que aunque no nos demos cuenta en muchas ocasiones somos importantes y necesarias para poder pasar ese momento y para luego poder recordarla.
Por todo ello y todos los momentos que pasamos en la excursión me di cuenta de que aprendes en cada paso que das hacia delante, porque nunca está de más.
Por ello sigue siempre hacia delante y siempre con esa sonrisa que nos caracteriza a cada uno.

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