miércoles, 18 de mayo de 2016

Cerca del final

En la última clase como tal se realizó un corto sobre Blancanieves para cerrar el círculo de todo el curso y plasmar lo que había salido de nosotros. Teníamos que acudir a clase con camiseta blanca y algo negro encima, para luego hacer la performance que habíamos decidido entre todos. Además también había que llevar dos manzanas.
Me vestí y salí de casa, con la adicción que llevaba pensando una semana en la cabeza. Cuando llegué a la universidad, me di cuenta de que me había olvidado las manzanas en casa.
Al empezar la clase se habló de como íbamos a organizar el espacio y la grabación, y Pilar nos dijo que la gente que no quisiera salir en el vídeo y no fuese a grabar ni nada debía irse. Yo había ido dispuesta a aparecer en el corto, pero cuando oí esas palabras y recordé que yo me había dejado olvidadas las manzanas en casa, sentí que eso había sido una señal. Justo después contaron las manzanas que había y eran las justas para las personas que ya habían asegurado su participación. A lo mejor mi sitio no estaba haciendo ese vídeo y debía irme para dejar trabajar a las personas que si debían estar ahí. Así lo interpreté yo, y seguí mi convicción saliendo de clase aún creyendo que ese gesto podría afectar a la opinión de la profesora hacia mí. No sería extraño que se pensara que me había ido por escaquearme, pero no era así, simplemente el suceso de los hechos ocurrieron así y me transmitieron que mi sitio no estaba en esa clase en ese momento.
Fue una pena y no se si hice bien o mal, pero ya está hecho y no hay vuelta atrás. Pedir perdón si a alguien el sentó mal que algunas personas nos fuésemos.

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