miércoles, 18 de mayo de 2016

Por el humo se sabe donde está el fuego

Hemos realizado una salida a Sigüenza. No una salida cualquiera, sino una errancia arquetípica. Cada persona debía elegir entre ser Blancanieves o Bruja, quizá por sentirse más identificada con una de ellas o, también puede ser, por todo lo contrario.
En el autobús, se hizo el sorteo de a qué Blancanieves debía encontrar cada Bruja, para lo que hubo hacer un recuento de cuantas había de cada categoría y, además, de los que habían faltado a la excursión. Para sorpresa de todos, salieron 16 Blancanieves, 16 Brujas y 16 faltas. En ese momento me miré la muñeca izquierda, donde tengo tatuada una suma que da 16. Primera "casualidad" del día.
Tras unos tres intentos fallidos de sorteo, finalmente conseguimos que saliera bien, y a mi, como bruja, me tocó encontrar a Silvia. Silvia es la primera persona con la que hablé y tuve conexión al principio del curso, pero por motivos varios, últimamente, no estábamos pasando por un buen momento. Ahora, la performance que íbamos a realizar, me había dado ese empujoncito que necesitaba para poder volver acercarme a ella, pues todo en esta vida tiene solución. Segunda "casualidad del día"
Andando por el pueblo pude ver a una Blancanieves tranquila, sentada en un banco, disfrutando del tiempo y dibujando, como si se supiera libre de poder ser encontrada por su bruja. También vi a tres Blancanieves completamente contrarias a la primera, que según me vieron de lejos, decidieron salir corriendo, dejándose llevar por el miedo, sin enfrentarse a esa bruja que quizá ni siquiera las buscaba a ellas. Pero todos conocemos a Blancanieves, y su ingenuidad le lleva a correr de toda bruja. Pero para qué correr si todos estamos condenados, es sólo cuestión de tiempo.
Tras comer, por fin, conseguí encontrar a mi Blancanieves. Encontré a Silvia, que estaba con Ana, y decidimos ir a tomar un café, para hablar un rato. Gracias a esta actividad mi relación con Silvia ha vuelto a ser la de siempre, y es lo que me llevo de este viaje, además, fue parte de la respuesta a la pregunta que debíamos realizarnos.
La decisión de tomar un café, nos llevó a encontrar nuestros caminos con el de la profesora y su compañera de performance, Entonces, nos hicieron su ritual. La compañera nos recordó que todos somos héroes y heroínas, cada día, y es algo que olvidamos muy fácilmente.
El ritual de Pilar estaba relacionado con el fuego. Nos recordó que el fuego que llevamos en nuestro interior lo podemos controlar. Cuando llegué a casa y vi las dos últimas canciones que había escuchado no se si me hizo gracia o me asustó, ya que eran "La deriva" y "Fuego" de Vetusta Morla. Tercera "casualidad" del día.

"Yo creo que nada sucede por casualidad. Que, en el fondo, las cosas tienen un plan secreto, aunque nosotros no lo entendamos. Todo forma parte de algo que no podemos entender, pero que nos posee"

"Las casualidades son las cicatrices del destino. No hay casualidades. Somos títeres de nuestra inconsciencia".
https://www.youtube.com/watch?v=H3ZCKXX7tVI

https://www.youtube.com/watch?v=1zKo_VlgMZ8

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